28/11/2024
En una charla profunda y reveladora, Gastón Pauls reveló el importante rol que tuvo Marcela Kloosterboer en su camino hacia la recuperación de las adicciones "Mi recuperación arrancó con vos", le dijo el actor a su colega y amiga durante su participación en Después te explico, por Bondi. "Después de varias noches sin dormir, como cualquier adicto, toque fondo.
En algún momento el adicto tiene que declararse derrotado", continuó. "Declararse derrotado es ir contra la corriente, tengo que declararme derrotado para empezar a ganar, que es el primer paso. Es decir, 'no estoy pudiendo, voy perdiendo 74 a 0 y van 10 minutos de partido'", reveló sobre el proceso que vivió hace algunos años. Fue en ese momento que se apoyó en su expareja y madre de sus hijos, Agustina Cherri. "Me pude declarar derrotado un día, diciéndole a Agus: 'No puedo más, estoy enfermo, necesito ayuda'", confesó. De inmediato, recibió el mejor consejo que pudo haber escuchado. "Agus me dijo: 'Llamala a Cristina', que es la madre de Marcela".
La mujer, que es psicóloga, comenzó a ayudar a Pauls con terapia y acompañamiento. "La llamé como podía y después me junté con ella y ahí empezó mi recuperación. Toda la vida yo voy a estar agradecido con tu vieja, con vos y con Agus, porque son esas personas que aparecen extrañamente en el camino y que no te están invitando a seguir consumiendo, te están diciendo: 'Mirá, por acá está todo mal y va a estar peor'", reflexionó.m"Mi recuperación tiene que ver con vos y con tu vieja, a quien estaré eternamente agradecido", culminó.
En
los últimos años, Pauls ha sido muy abierto con su testimonio de recuperación.
"La adicción no tiene cura, pero tiene tratamiento. Hay recuperación posible",
le decía a DESMARCARTE hace unos años. "Hablar es parte del tratamiento. Me han
llamado agrupaciones de padres para que los ayude. Me han convocado de pueblos
de 1500 habitantes donde 500 consumen. Esa es la realidad de la Argentina: hay
pibes de seis años consumiendo paco. Se viene una heavy de verdad".
En otra charla con este medio, también recordó el momento en que dijo basta. "El 29 de diciembre de 2007 arrancó mi recuperación. Fue mi segundo nacimiento. Había pasado cinco noches sin dormir, sentía que me moría, le pedí ayuda a Dios. Yo no creía en nada y le dije: 'Loco, si existís dame una mano, haceme dormir porque no sé cómo salir de este infierno'", recordó. "Me dormí después de más de 120 horas de estar despierto encerrado en mi habitación y a los dos días le pedí ayuda a Agustina (Cherri, por entonces su pareja), que transitó todo el 2007, pobrecita, viendo a un adicto porque nadie te prepara para eso.
Agustina me contactó con una especialista que me guió y ahí entendí que yo
tenía una enfermedad y no era un tema moral. Ves que te estás haciendo mal a
vos y a otros, pero no podés parar y te prometés y te jurás no volver a
consumir, y a los dos días lo estás haciendo de nuevo, y cada vez cargás con
más culpas y destrucción", dijo, sin revelar en aquel entonces que la
especialista era la madre de Kloosterboer.
"Los
adictos sabemos dónde estuvimos y no se lo deseamos a nadie porque realmente es
el infierno. Muchas veces se opina de oído sin saber qué es la enfermedad. Hace
muchos años, la Organización Mundial de la Salud la declaró enfermedad
pandémica porque está en todos lados. Con las adicciones se opina sin saber y
eso no se hace con otras enfermedades", reflexionaba. "Es una patología, una
enfermedad que no tiene cura y es muy compleja. Un alcohólico puede pasar
cuarenta años sin beber, pero toma un vaso y la adicción vuelve. Lo mismo
sucede con el que fuma y con el adicto a la comida".
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