08/10/2025
La familia iPad ya no es "uno para todos". En 2025 hay diferencias grandes entre el iPad base, los Air y los Pro (además del Mini, que juega su propio partido). Esta guía resume, en criollo, qué modelo rinde más para estudiar, trabajar, crear contenido o simplemente mirar series; qué accesorios suman de verdad; qué capacidades de IA vas a aprovechar; y qué modelos antiguos o configuraciones conviene evitar porque te limitan en pocos meses. Está basada en pruebas y comparativas recientes de medios tech y en la letra chica de Apple.
Para estudio, ofimática, navegación y streaming, el iPad "base" con chip A16 cumple. Es el punto de entrada con diseño moderno y buen rendimiento para tareas comunes. El límite aparece cuando pedís más: no tiene ProMotion, sus reflejos en pantalla se notan en exteriores y, frente a los chips M-series, queda corto en funciones de IA y en cargas pesadas. Si buscás algo que dure varios años con margen, el Air es un salto real.
El iPad Air es el "punto dulce": corre apps creativas con soltura, mueve editores de video sin quedarse sin aire y funciona perfecto con Stage Manager y teclado/trackpad para trabajar como mini-laptop. Si ilustrás, editás reels o pasás horas frente al timeline, el Air de 13" se siente como un pequeño estudio portátil; si priorizás movilidad, el de 11" es comodísimo para mochila y transporte.
Para perfiles creativos exigentes -coloristas, editores, músicos, diseñadores- el iPad Pro con M4 es otra liga. La pantalla OLED hace diferencia en gradaciones, contraste y brillo; el chip nuevo abre proyectos pesados sin pestañear y el Apple Pencil Pro se siente más natural por la precisión y los gestos. Sumado al Magic Keyboard nuevo, la experiencia se acerca a una notebook premium, con el plus táctil y del lápiz.
¿Y el iPad mini? Sigue siendo el favorito de quienes aman el formato chico. Es ideal como libreta digital, para lectura prolongada, cockpit de dron o consulta rápida en consultorio y set. No compite con los M-series en IA ni en cargas creativas intensivas, pero si tu prioridad es ligereza y una mano, su encanto es difícil de reemplazar. Si no necesitás "bolsillo", el Air 11" es más versátil.
El Apple Pencil Pro es el lápiz que realmente cambia la experiencia en dibujo, diseño y anotación: gestos, respuesta háptica, control fino. En el iPad base podés usar el Pencil USB-C/1ª gen, pero perdés esas funciones avanzadas. Para escritura y productividad, cualquier iPad mejora muchísimo con un buen teclado y un trackpad cómodo; el Magic Keyboard del Pro agrega rigidez y un trackpad más grande que elevan la sensación "notebook". Un hub USB-C sencillo te resuelve memorias, HDMI y micrófonos externos sin gastar de más.
Las funciones de Apple Intelligence dependen, sobre todo, de los chips M-series. En los Air y Pro vas a ver resúmenes y reescrituras más rápidas, mejoras de imagen on-device y asistentes que no dependen tanto de la nube. En el iPad base con A16, varias de estas capacidades avanzadas quedan limitadas. Si la IA te interesa para estudiar, escribir mejor o acelerar flujos creativos, el Air es la entrada sensata y el Pro, el techo.
Las configuraciones de 64 GB en 2025 se llenan volando entre fotos, WhatsApp/Telegram, cachés de video y juegos pesados. Si podés, empezá en 128/256 GB. También conviene dejar atrás el iPad de 9ª generación con botón Home: fue un golazo por precio, pero quedó viejo en diseño, puertos y horizonte de soporte. Y si solo usás notas, mail, documentos y Netflix, pagar por un Pro con M4 y OLED no te va a cambiar la vida: es mejor invertir esa diferencia en teclado, lápiz y funda resistente.
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