28/05/2025
A los 13 años, Bethany Hamilton sufrió un ataque que pudo haber terminado con su carrera y sus sueños. Sin embargo, eligió levantarse, volver al mar y convertirse en una leyenda del surf y la resiliencia humana.
En un mundo donde los límites parecen marcar el destino, hay personas que los rompen con coraje, pasión y una voluntad inquebrantable. Bethany Hamilton es una de ellas. Nacida en Hawái, en el corazón del surf, Bethany estaba destinada a deslizarse por las olas desde que aprendió a caminar. Pero un ataque de tiburón cambió su vida para siempre... y también demostró de qué estaba hecha.
Era el 31 de octubre de 2003, un día como cualquier otro para una adolescente apasionada por el surf. Bethany, de 13 años, se encontraba en la playa de Tunnels Beach, Kauai, entrenando como de costumbre. Mientras flotaba sobre su tabla, un tiburón tigre de más de cuatro metros la atacó, arrancándole el brazo izquierdo. La escena fue dramática: perdió más del 60% de su sangre, y de no ser por la rápida intervención de su amigo y su padre, no habría sobrevivido.
Pero Bethany lo hizo. Contra todo pronóstico.
Podría haberse rendido. Cualquier persona, ante semejante trauma, podría haberse alejado del mar para siempre. Pero apenas un mes después del ataque, Bethany volvió al agua. Fue una decisión que marcaría su vida, su carrera, y que inspiraría a millones alrededor del mundo.
Aprendió a surfear con un solo brazo, modificó su tabla, ajustó su técnica y entrenó sin descanso. Su determinación era más grande que cualquier ola.
En enero de 2004, menos de tres meses después del ataque, Bethany compitió en un torneo de surf y terminó en quinto lugar. No solo volvió, sino que volvió compitiendo. En 2005 ganó el Campeonato Nacional de Surf para aficionados en Estados Unidos. Su mensaje era claro: "La vida te puede cambiar en un segundo, pero depende de vos qué hacer con ese cambio."
Con el tiempo, Bethany entendió que su historia era mucho más que una hazaña deportiva. Escribió su autobiografía Soul Surfer, que luego se convirtió en una película protagonizada por AnnaSophia Robb. El film no solo retrata su accidente y regreso, sino la profunda fe y valores que la sostuvieron en los momentos más duros.
Desde entonces, se convirtió en una referente mundial. Da charlas, escribe libros, produce documentales y participa en iniciativas de empoderamiento femenino. Su documental Unstoppable muestra con crudeza y belleza lo que significa desafiar lo imposible.
Bethany se casó en 2013 y es madre de cuatro hijos. Lejos de alejarse del surf competitivo, continúa desafiando a las mejores del mundo. Incluso surfeó embarazada, mostrando que la maternidad no es un freno, sino una nueva forma de fortaleza.
Hoy, a sus 34 años, es más que una atleta. Es un símbolo. No solo para quienes han sufrido pérdidas físicas, sino para cualquiera que enfrente obstáculos. Su historia recuerda que el cuerpo puede tener límites, pero la mente, el corazón y el alma son infinitos.
Bethany ha dicho en varias ocasiones que su vida es más rica ahora de lo que imaginaba antes del ataque. Porque el surf le dio una pasión, pero la adversidad le dio un propósito: mostrarle al mundo que no importa lo que te falte, si te sobra coraje.
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