23/09/2025

La vidriera

Escribir para sanar: cómo la escritura mejora el bienestar mental

La escritura no es solo para escritores. Cada vez más estudios muestran que llevar un diario o simplemente poner en palabras lo que sentimos ayuda a reducir la ansiedad, aclarar pensamientos y fortalecer la salud emocional. Una herramienta sencilla, al alcance de cualquiera, que puede convertirse en un hábito transformador.

Escribir como desahogo

Todos guardamos pensamientos que pesan: preocupaciones, enojos, miedos o incluso alegrías que no sabemos bien cómo expresar. La escritura es una forma de sacar eso de la cabeza y ponerlo frente a nosotros.

Al escribir, los problemas dejan de ser una nube difusa y se convierten en frases concretas. Eso permite observarlos con distancia y, muchas veces, encontrar soluciones o alivio.

El poder de darle forma a las emociones

Cuando una emoción es intensa -rabia, tristeza, angustia- cuesta ordenarla. Escribir obliga a poner estructura al caos. Tal vez no cambie lo que pasó, pero sí cambia cómo lo sentimos.

Incluso hay estudios de psicología que muestran que quienes escriben de manera regular sobre sus emociones tienen menos síntomas de estrés y un mejor estado de ánimo.


No hace falta ser escritor

Uno de los grandes mitos es que para escribir hay que tener "buena letra" o talento literario. La realidad es que este hábito no busca la perfección estética: se trata de sinceridad, no de estilo.

Podés usar frases sueltas, listas, párrafos incompletos o incluso garabatos. Lo importante es que sean auténticos.

Beneficios concretos de escribir todos los días

  • Menos ansiedad: escribir ayuda a soltar pensamientos que se repiten una y otra vez.

  • Más claridad mental: poner ideas en papel permite ordenarlas.

  • Mejor autoestima: releer lo escrito con el tiempo ayuda a reconocer logros y cambios.

  • Gestión emocional: escribir sobre lo que nos duele disminuye la intensidad de la emoción.

  • Creatividad y autoconocimiento: surgen ideas nuevas y se profundiza la conexión con uno mismo.

Cómo empezar (aunque nunca hayas escrito nada)

  • Elegí un cuaderno o archivo digital solo para esto.

  • Ponete un horario breve, por ejemplo, 10 minutos al final del día.

  • Escribí sin pensar demasiado, sin corregir ni borrar.

  • Si no sabés qué poner, arrancá con una frase simple: "Hoy me siento...".

  • No te preocupes si parece repetitivo: la magia está en la constancia.


Una herramienta gratis y poderosa

En tiempos en que la salud mental se volvió un tema central, la escritura aparece como un recurso económico, accesible y profundamente humano.

No reemplaza a la terapia ni a la ayuda profesional, pero sí puede ser un complemento diario que nos recuerde algo esencial: somos más dueños de nuestros pensamientos de lo que creemos.

Escribir para vivir mejor

La próxima vez que te sientas abrumado, en lugar de scrollear sin fin en el celular, probá con un cuaderno y un bolígrafo. Tal vez descubras que escribir no solo libera la mente, sino que también abre un espacio íntimo para conocerte mejor.

Porque a veces, la mejor forma de sanar es tan simple como dejar que las palabras fluyan.

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