03/09/2025

Deportes

Franco Mastantuono: la explosiva joya de 17 años que promete romperlo todo

Hay momentos en el deporte en los que una aparición inesperada sacude todos los pronósticos y nos recuerda por qué amamos tanto el fútbol. Franco Mastantuono es exactamente eso: un adolescente que con apenas 17 años ya juega como si llevara una década en la primera división. La pelota le obedece, la tribuna lo idolatra y los grandes de Europa ya preguntan por él. Pero lo más importante: representa una ilusión renovada para el fútbol argentino.

De River al mundo: la historia de un pibe que nunca dejó de soñar

Franco nació con una pasión que parecía marcada en su ADN. Aunque su vida pudo haber tomado otro rumbo -era talentoso con la raqueta y soñaba con ser tenista-, el destino lo empujó hacia el césped y los botines. Su zurda mágica pronto se transformó en un imán para los buscadores de talentos de River Plate, donde no tardó en demostrar que estaba destinado a cosas grandes.

En 2024 debutó en Primera y desde ese momento nada volvió a ser igual. Convirtió goles clave, se ganó un lugar entre los titulares y se transformó en el jugador más joven en marcar en la Copa Argentina, en la Libertadores y, nada menos, que en un Superclásico ante Boca. Esos récords de precocidad no solo sorprendieron a los hinchas, sino que también encendieron la alarma de los gigantes europeos.

La mirada de la Selección y el sueño celeste y blanco

En pocos meses, Mastantuono pasó de ser "la joya de River" a recibir el llamado más esperado: Lionel Scaloni lo convocó a la Selección mayor para las eliminatorias rumbo al Mundial 2026. Allí podría transformarse en el debutante más joven de la era Scaloni, superando incluso a otros talentos como Buonanotte.

Su inclusión en la lista no fue un premio simbólico, sino un reconocimiento al impacto real que está teniendo en el fútbol argentino. "Lo que más me impresiona de Franco no es solo lo que hace con la pelota, sino su madurez y personalidad en la cancha", confesó un referente del plantel.

El interés europeo y una cifra récord

El nombre de Mastantuono ya aparece en la agenda de los clubes más poderosos del mundo. Barcelona, Real Madrid, PSG e Inter lo siguen de cerca. Su cláusula de rescisión ronda los 45 millones de euros, y no sería descabellado que en el corto plazo se transforme en la venta más cara de la historia del fútbol argentino.

Pero más allá de los millones y los contratos, lo que ilusiona es su manera de jugar: encara sin miedo, se anima a los duelos mano a mano, piensa en equipo y contagia entusiasmo. Su fútbol es alegría pura, el mismo que inspira a los chicos que lo ven como ejemplo en las canchitas de barrio.

Una personalidad distinta

Franco no es solo un futbolista precoz. Es un adolescente con identidad propia. Fanático del rock, zurdo en la cancha pero diestro para tocar la guitarra y hábil con la raqueta de tenis, lleva su carisma a todos lados. No se esconde detrás de discursos vacíos: transmite frescura, cercanía y hambre de gloria.

Ese contraste -su vida fuera del campo y su madurez dentro de él- es lo que hace que su figura genere tanta atracción. Representa a una nueva generación que no teme ser auténtica y que quiere dejar su marca en la historia.

Mastantuono con Messi

Un futuro que ya llegó

Mastantuono es, sin dudas, el símbolo de que el fútbol argentino sigue produciendo cracks que deslumbran al mundo. A su corta edad ya demostró que está listo para competir en las grandes ligas y, sobre todo, para cargar con la enorme responsabilidad de llevar la camiseta de la Selección.

Su historia todavía se está escribiendo, pero los primeros capítulos ya son de película: récords de juventud, goles memorables y una proyección internacional que emociona.

Más que un jugador: una inspiración

Franco Mastantuono es la prueba de que los sueños no entienden de edades. Que con trabajo, talento y confianza se puede pasar en un abrir y cerrar de ojos de las inferiores de un club a los flashes de la prensa internacional.

Cada vez que pisa la cancha, invita a creer. A creer que el futuro del fútbol argentino está asegurado. A creer que todavía existen chicos capaces de devolvernos la magia en un deporte que tantas veces se vuelve frío y calculador.

Hoy, el país lo mira con orgullo. Y el mundo espera ansioso. Franco Mastantuono no es solo una promesa: es una certeza. Y lo mejor... es que recién empieza.

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